La cadera

La cadera, La cadera, la articulación más grande y con mayor movilidad dentro de nuestro cuerpo después del hombro, está sometida a enormes esfuerzos de carga y movimiento. Precisamente por esta situación, es que puede presentar una serie de alteraciones que provocan dolor, problemas para caminar o para girar la pierna.

La cadera está constituida por dos estructuras, el acetábulo (en la pelvis) que forma una copa en la que se recibe al otro hueso que es el fémur y se introduce dentro de su acetábulo a través de su cabeza.  La enfermedades de la cadera pueden empezar desde antes del nacimiento con una displasia del desarrollo de la cadera  también conocida como luxación congénita de cadera, en esta enfermedad los dos huesos que forman la cadera no están en un contacto adecuado lo que causa que no se formen bien y esto puede causarle al paciente dolor, limitación del movimiento y un desgaste temprano de su articulación.

La causa más frecuente de dolor en la cadera es la artrosis o desgaste de la misma que puede deberse a múltiples factores como el sobreuso, enfermedades sistémicas como la artritis reumatoide, ingesta de algunos medicamentos o el alcohol. Su médico realizara una detallada exploración física para determinar la causa del dolor y el tratamiento adecuado para el mismo. En algunos pacientes será necesaria la artroplastia de la cadera  (la colocación de  una prótesis) para disminuir el dolor y que el paciente pueda recuperar sus movimientos.

Las caderas también son susceptibles de fracturarse, en los pacientes jóvenes generalmente ocurre posterior a traumas importantes como accidentes automovilísticos y en pacientes mayores pude ser secundario a accidentes mínimos debido a enfermedades como la osteoporosis.

Enfermedades comunes

Fracturas de cadera

Las fracturas de cadera engloban a cualquier fractura del extremo proximal del fémur. El tipo de fractura así como su tratamiento dependerán de las condiciones del paciente y de la intensidad del traumatismo presentado.

Las causas más comunes de las fracturas de cadera en las personas jóvenes son los accidentes de alta velocidad como los accidentes viales o caídas de altura. En los pacientes mayores o aquellos pacientes con osteoporosis o cáncer, las fracturas se pueden presentar como consecuencia de un trauma mínimo como podría ser el girar sobre su pierna, o atorarse con las cobijas de la cama.

Los síntomas que presenta un paciente con fractura de cadera son generalmente el dolor importante a nivel de la parte alta del muslo, la imposibilidad para sentarse o pararse, el acortamiento de la pierna afectada y la colocación de su pie rotado hacia fuera.

El diagnóstico se realiza en base al interrogatorio médico, la exploración física y estudios de imagenología.

Una vez realizado el diagnóstico específico y determinado el tipo de fractura que presenta el paciente, el médico evaluará el estado general del paciente para determinar el tratamiento más conveniente para su fractura. Este tratamiento puede constar desde la colocación de un par de tornillos, la colocación de un clavo centromedular, la colocación de una placa y tornillos hasta la colocación de una prótesis o artroplastia de la cadera.

El pronóstico de un paciente que ha presentado una fractura de cadera dependerá en gran medida de las condiciones generales del paciente previo a la fractura. Sabemos que entre más pronto se opere y estabilice la fractura este pronóstico es ligeramente mejor.

Posterior a la cirugía, los pacientes deberán de pasar por un periodo de rehabilitación para fortalecer sus músculos y poder volver a caminar en cuanto sea posible. En algunos casos este proceso puede tomar hasta 3 meses.

Artrosis de Cadera

Se calcula que en 2011 más de 50 millones de personas sólo en Estados Unidos fueron diagnosticados con algún tipo de artrosis o desgaste. La cadera al ser una articulación que carga nuestro peso al caminar, está expuesta a desarrollar un desgaste temprano. La cadera está formada por dos estructuras principales que es el acetábulo (forma de copa) y el fémur (forma la esfera o cabeza de la cadera). Al desgastarse la articulación, el cartílago que es la superficie lisa de esta articulación se va adelgazando, se vuelve cada vez más irregular hasta llegar a desaparecer. El cartílago es la estructura dentro de nuestras articulaciones encargada de evitar la fricción entre los huesos, de dar resistencia a la articulación y de distribuir las cargas dentro de la misma.

Las causas de este desgaste pueden ser muy variadas: Desde antecedente familiar de esta enfermedad, la edad avanzada, la obesidad, las lesiones previas, la ingesta de ciertos medicamentos como los esteroides y la ingesta de alcohol.

Los síntomas de artrosis o desgaste de la cadera pueden ir desde ligera molestia y sensación de rigidez a nivel de la ingle o la nalga. El dolor se aumenta con la actividad física. Al ir avanzando la enfermedad el dolor va en aumento, la movilidad de la articulación va siendo cada vez más limitada hasta que en los casos más severos el dolor es tan importante que se limita el caminar, cruzar las piernas y en ocasiones el sentarse.

El diagnóstico se realiza en base al interrogatorio del paciente, la exploración física y algunos estudios de gabinete y laboratorio que puede solicitar su médico.

En las fases iniciales, el tratamiento se basa en darle reposo a la articulación, modificación de ciertas actividades diarias y deportivas, control de peso, medicamentos antinflamatorios, así como una terapia de rehabilitación.

En los casos más avanzados la cirugía puede ser necesaria, en estos casos una artroplastia o prótesis total o parcial de la cadera puede devolverle al paciente la movilidad de su articulación y eliminar el dolor que presenta.