Artroscopia
¿Qué es la artroscopia?
La artroscopia (arthron-articulación) (skopêin “inspección”, “observar””), es un procedimiento quirúrgico en el que se explora una articulación mediante la introducción de una cámara. La artroscopia da al cirujano una imagen clara y completa de la articulación a explorar, con lo que ayuda al diagnóstico de las enfermedades articulares. La artroscopia es además una herramienta muy importante y efectiva para el tratamiento de los problemas articulares. Se calcula que anualmente se realizan a nivel mundial más de 4 millones de artoscopias únicamente de rodilla.
La artroscopia se realiza a través de unas pequeñas incisiones en la piel, en general menores a 1 cm. A través de estas incisiones el cirujano introduce una fibra óptica (del grosor de un lápiz) conectado a una pequeñísima cámara. La imagen de dicha cámara es transmitida a un monitor de alta resolución en el que el cirujano puede explorar toda la articulación minuciosamente. A través de otro orificio se pueden introducir otros elementos que pueden facilitar la palpación, la remodelación o la extracción de distintos tejidos de la articulación.
La preparación para la Cirugía
Previo a la programación de una artroscopia el paciente debe de tener una exploración física completa así como se solicitarán estudios de imagen, por su cirujano, para realizar un diagnóstico integral de la lesión.
de Se deben tomar unos estudios básicos de sangre y orina pre-quirúrgicos, para una valoración preanestésica para la cirugía. Habrá una valoración prequirúrgica para la cirugía.
En los pacientes mayores de 50 años o pacientes con alguna patología sistémica agregada, el paciente deberá contar con una valoración cardiovascular pre quirúrgica,, que incluye además de los estudios básicos, un electrocardiograma, y tele de tórax.
¿En qué articulaciones podemos realizar una Artroscopia?