Tratamiento Conservador
Una vez realizado su diagnóstico de presunción juntos decidiremos el manejo más conveniente para su tobillo, que habitualmente empieza con inmovilización, medicamentos orales o tópicos, hielo o calor local, reposo, en ocasiones uso de ortesis (férulas, inmovilizador neumático, etc), yesos, aparatos de acrílico. Una vez concluido el manejo, siempre se indicará la rehabilitación específica para su padecimiento, y de esta forma, lograr reincorporarse a actividades de vida cotidiana.
Dentro de las lesiones que podemos manejar con manejo conservador, se encuentran: rupturas parciales de tendón de Aquiles, tendinopatía del Tendón de Aquiles, esguinces de tobillo, fracturas no desplazadas de tobillo. Las ventajas del manejo conservador, son que no requieren anestesia, no ameritan hospitalización.